EL FANTASMA DEL CONVENTO

La mañana de un domingo que yo pensaba emplear en un largo paseo por la cordillera del Ajusco, amaneció nublada, y me quedé en mi celda, temeroso de mojar los únicos trapos que cubrían mi cuerpo. Pero Ángel y su familia, que tenían varios vestidos y podían cambiárselos después de recibir un aguacero, salieron a visitar ciertos compadres en el pueblo de Azcapotzalco, y el coronel y su asistente no regresaban de la comisión que habían ido a cumplir a otro pueblo del Estado de México donde una banda de asesinos tenían aterrorizados a los pobres habitantes. Cerca del mediodía salí a comer a uno de los puestos que llaman Los agachados, porque tiene uno que inclinarse para entrar a ellos, y donde yo poseía ya un sólido crédito hasta por cuarenta o sesenta centavos. Poco después de las dos de la tarde volví al convento, cerré su portón y me dedique a deambular por los corredores y la vieja iglesia, donde sólo encontré un gato que huyó ante mi presencia. Cerca del atardecer, me acodé sobre el barandal de uno de los corredores superiores, y en el silencio gris de una atmósfera nublada, fulguró, de pronto oí que el viejo portón se habría... era el coronel y su asistente. Ambos subieron a su cuarto y a los pocos minutos regresaron, atravesaron el patio y se diriguieron al boquete de uno de los muros. El coronel parecía muy atento al muro. Lo vi avanzar despacio y luego detenerse. Con movimiento lento extrajo el revólver de su funda y extendió el brazo hacia la oquedad del muro. Apuntaba a algo que yo no veía. Avanzó un poco, con el brazo tendido hasta colocarse debajo de un arco, y de repente disparó. Cuatro tiros más sonaron. El coronel trató de cargar rápidamente su arma, pero algo se lo impidió. El revólver cayó al suelo y el militar se llevó bruscamente las manos al pecho como tratando de desasirse de algo que le apretaba la garganta. Movía la cabeza con desesperación, y vI una cosa extraña: su cuerpo fue cayendo lentamente hacia atrás sostenido por algo, por alguien que no se veía, hasta que tocó el suelo y ahí se debatió violentamente. Un gruñido sordo como el de una bestia herida puso fin a la lucha. El asistente se había desplomado presa del terror.
De la novela autobiográfica: De gentes Profanas en el Convento, por el Dr. Atl. 1949

martes, 16 de abril de 2013

SANTA MARIA LA RIBERA.

Visita guiada a Santa Maria la Ribera con su historia y leyendas. Cita: C.C. Jose Marti Dr. Mora 1 Centro  Metro Hidalgo. ENTRADA LIBRE. Sabado 20 de abril 2013. 11:00hrs.

1 comentario:

  1. hola a todos, soy adrik vadim y vivo en la ciudad de kurgan, quiero compartir con todos ustedes aquí cómo el señor pedro me ayudó con un préstamo de 15,000,000.00 rublos para comenzar mi entrega de alimentos y bebidas después de todo en lo que tengo trabajo Varios hoteles aquí en Kurgan solo para ganarme la vida, pero lamentablemente todavía tenía dificultades para pagar el alquiler, pero agradezco a Dios ahora que soy un trabajador autónomo ahora con 5 trabajadores trabajando a mi cuidado. solo si está buscando libertad financiera, le aconsejaré que se comunique con el señor pedro con este correo electrónico a continuación pedroloanss@gmail.com

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